Planes - Norcasia Travel

Contamos con un programa que conecta Viajeros con Anfitriones locales logrando crear Experiencias Significativas que inicia desde las 2 pm del día 1, hasta las 3 pm del día 2; donde conectarás con tres de las cuencas fluviales más importantes de nuestro territorio acompañados por nuestros anfitriones locales a: la Quebrada las Pavas: un lugar que fue históricamente la captación agua para el municipio donde te refrescarás y contemplaras un entorno natural, logrando prepararte para navegar en lancha y con chalecos salvavidas el cuerpo de agua conocido como el Embalse Amaní, consecuencia del acaudalamiento hídrico en lo alto de las montañas al oriente y nororiente del departamento de Caldas, navegándolo hasta la presa Patángoras y dando como resultado una expectativa del Río la Miel a 19 km del casco urbano del municipio de Norcasia Caldas y con un desnivel de 256 m.s.n.m. regulado y controlado por la generación de energía eléctrica, que nos permite no solo navegarlo; También, nadarlo de una manera diferente, divertida y segura. Acompañado de una embarcación con motor fuera de borda, chalecos salvavidas y un gran equipo capacitado que facilitará toda tu experiencia. Sí el río está alto, te embarcarás 7.5 km en bodyrafting para realizar un posible avistamiento de Monos Aulladores; y sí el río esta pequeño subirás aguas arriba 2 km para contemplar La cascada al Cielo y el Cañón del río la Miel. Además de realizar bodyrafting, seguramente el Tubing te encantará.

Importante: Las actividades sobre el río la Miel se realizan 365 días del año y dependemos de la generación de energía eléctrica que se da aguas arriba justo por el almacenamiento hídrico del Embalse Amaní operado por la Central Hidroeléctrica Hidromiel I, que hace parte de la empresa ISAGEN y que a través la bolsa de valores y el sistema nacional de energía, hace que nuestro río sea controlado artificialmente por la mano del hombre, lo que nos permite ver un río tranquilo y especial en Colombia.

Lo anterior es una oportunidad que nos permite a través de un formato de turismo comunitario y rural, desarrollar actividades que no afecten o atenten con las dinámicas del territorio y optando por sumar al desarrollo social, económico y natural desde la conservación, preservación que la cadena de valor nos permite enseñar.